DE CAL Y ARENA
- rrlmkt00
- 27 mar
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En la reciente doble fecha FIFA de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026, la selección Uruguaya, dirigida por Marcelo Bielsa, enfrentó dos grandes desafíos: Argentina y Bolivia. En el primer partido, Uruguay cayó 1-0 como local ante Argentina en el Estadio Centenario. A pesar de la derrota, el equipo mostró un gran esfuerzo futbolístico, compitiendo de igual a igual en un partido friccionado y tácticamente intenso contra el líder de la tabla, aunque no logró capitalizar sus chances frente a un golazo de Thiago Almada.
El segundo encuentro, disputado en el Estadio Municipal de El Alto, Bolivia, a 4.150 metros sobre el nivel del mar, fue una prueba aún más exigente para el plantel uruguayo. Enfrentándose a Bolivia, un rival que buscaba afianzarse en zona de repechaje, Uruguay rescató un valioso empate 0-0. El esfuerzo físico y mental del equipo fue titánico, especialmente considerando las condiciones extremas de la altura, que afectan la resistencia y la recuperación. Los jugadores uruguayos, liderados por figuras como Sergio Rochet y José María Giménez, demostraron una entrega excepcional, manteniendo la solidez defensiva y luchando cada pelota ante una Bolivia que dominó por momentos pero careció de precisión. Este punto no solo reflejó el carácter del equipo, sino que también ayudó indirectamente a Argentina a asegurar su clasificación al Mundial. La doble fecha dejó en claro la capacidad de Uruguay, manteniéndose en el cuarto puesto con 20 puntos.

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